Palagano, la empresa ha desarrollado un sistema para el aislamiento térmico de edificios.
Cerámica se pone el abrigo.
La empresa Pfm ha patentado la primera baldosa de gres porcelánico que se utiliza para el aislamiento térmico de fachadas exteriores de edificios.
El producto (llamado Isoclip), que combina las cualidades del material cerámico con un innovador sistema de aplicación, ha ganado recientemente «el Oscar de la construcción 2021» en la exposición Made de Milán, y fue presentado ayer en la provincia de Módena en presencia del alcalde Fabio Braglia, el presidente de la provincia Gian Domenico Tomei y los propietarios de la empresa Fabrizio. Morini y Raffaele Morini. «Esta empresa demuestra -señaló el primer ciudadano de Palagano- cómo el territorio de los Apeninos de Módena no vive sólo del turismo, sino que puede representar un verdadero polo de excelencia para la innovación. Pfm es un ejemplo de éxito, capaz de crear puestos de trabajo y de proponer un modelo empresarial respetuoso con el medio ambiente.»
Pero, ¿cómo funciona Isoclip? «Todo se monta en tres días», explicaron los propietarios, «directamente en las paredes exteriores del edificio, sin obras invasivas ni demoliciones. Detrás del muro se aplica el mortero, luego el panel de EPS de 120 milímetros, seguido de una capa adhesiva y la losa cerámica en el exterior: «El sistema proporciona aislamiento térmico manteniendo constante la temperatura interior y reduciendo los niveles de humedad.
Proporciona aislamiento acústico, alta resistencia a impactos y arañazos, y garantiza el atractivo estético porque permite la instalación superpuesta de cualquier tipo de superficie cerámica. Está disponible en 600X1200X126 milímetros. Ya hemos recibido un pedido de una importante empresa de cerámica de Sassuolo. Y, por otra parte, el periodo es propicio: el mercado de las reformas de edificios está en auge gracias a las superbonificaciones fiscales confirmadas por el gobierno.
Como ya mencionó Braglia, la presentación del producto fue una oportunidad para destacar lo valioso que puede ser contar con empresas como éstas en una zona como la sierra, donde es complicado hacer negocios: Pfm lleva 25 años funcionando, tiene 50 empleados, una fábrica de 8.000 metros cuadrados dividida en cuatro líneas de producción. Quienes conocen las montañas -subrayó Tomei- saben lo cruciales que pueden ser estas cifras para la economía local. Nosotros, como provincia, nos comprometemos a apoyar a las empresas que invierten en la zona. Hace poco tuvimos que ocuparnos de la reconstrucción de los abrigos tras las tormentas de granizo, y cuando vi el producto en cuestión pensé inmediatamente que resolvería muchos problemas’.